Algunos consejos para lucir dientes bonitos

 

Una cara perfecta tiene que complementarse con una dentadura a la altura. El doctor Iván Malagón, especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilo Mandibular y uno de los mayores expertos en ortodoncia invisible, facilita un decálogo de consejos para conseguirla.

FRÍO/CALOR

Evitar los cambios bruscos de temperatura en los alimentos: aumentan la sensibilidad e inflaman los vasos sanguíneos y los nervios del interior de los dientes, hacen que los dientes se expandan y se contraigan. Incluso, a largo plazo, produce la necrosis de estos tejidos y desarrolla grietas microscópicas.

HIGIENE

Cepillarse después de cada comida o, al menos, tres veces al día. Usar seda dental y un colutorio. Limpiar la lengua y el paladar con colutorio o con el propio cepillo y masajear las encías con movimientos circulares para evitar que éstas se inflamen y sangren. Cambiar el cepillo cada tres meses o cuando las cerdas se deformen o despuenten.

BEBIDAS

Evitar ingerir con frecuencia bebidas carbonatadas o zumos ácidos (naranja, limón o pomelo) para amortiguar el poder erosivo de sus ácidos. Descalcifican el esmalte y provocan un desgaste prematuro, sensibilidad en los dientes y sangrado de encías. Además, bebidas como el café, el té o el vino manchan los dientes. Es preferible usar pajitas.

TABACO

Disminuye la oxigenación de los tejidos que rodean al diente, enfermándolo y envejeciéndolo de forma prematura. La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes, pudiendo ocasionar su pérdida a largo plazo. Además, aumentan la posibilidad de inflamación de encías y aparición de caries.

DULCES

Las bacterias productoras de caries se nutren de los alimentos ricos en azúcares. Reducir su consumo y cepillar los dientes inmediatamente. No sólo los dulces incluyen azúcar, también los refrescos son ricos en hidratos de carbono.

ESTRÉS

Rechinar los dientes o apretarlos en exceso, morder lápices, hielo o nuestras uñas desgasta su superficie, afectando al soporte dental (ligamento, hueso y encía), lo que provoca movilidad anormal y molestias en la mandíbula. El PH de la saliva se vuelve más ácido debido a malas digestiones, mala alimentación y hábitos poco saludables, atacando directamente al esmalte de los dientes.

fFuente: Expansión

Noticias relacionadas